"Il Tocco" no sólo significa "tocar"; también puede significar una cantidad pequeña, una sola pincelada en la pintura, un toque de una campana o de las teclas del piano. El contorno encuentra el ojo. El contacto directo libera un impulso interior. Las superficies se abren a los estados del ser. De este encuentro surge la imagen. A partir de las imágenes, un lugar interior. En la película como en la conciencia, las distancias de espacios y cuerpos, las capas de tiempo se unifican. Una casa, una ciudad de Italia, el tráfico y los desplazamientos de personas están visiblemente filmadas en el presente. Pero las imágenes abrazan una continuidad viviente. La luz de un día vincula mis ojos a los ojos de alguien que vivió aquí, en la misma ciudad, hace dos, tres, o quinientos años. En una pared de la iglesia, un escultor ha dejado una cortina en arco en la piedra. A través del ritmo de sus plegamientos de entrada y salida, la película se "para".
Rodada en Genoa, 1999-2001.