Martine Rousset adapta un verso de Borges –«El mar es un antiguo lenguaje que yo no alcanzo a descifrar»– capturando caligrafías de luz sobre el relieve de las olas. En su película Mer, los gritos lejanos y el pulso de la marea se confunden en la orilla para evocar, con la intensidad de una correspondencia proustiana, el verano, la playa y la niñez.

En Passage du désir, Jakobois pone en marcha un tren de deseo a partir de refilmaciones de competiciones deportivas, imágenes urbanas, arte sacro y porno gay, alimentando una experiencia entre la exaltación y lo sombrío, entre el recuerdo celebratorio y la frustración.

A lo largo de Sécan ciel, Jean-Michel Bouhours retrata un espigón, alternando a gran velocidad entre fotografías en blanco y negro y coloridos dibujos, explorando la calidad particular de un término intermedio entre la fotografía y el dibujo, y un poderoso símil de la coloración y abstracción de la memoria.

Gary Beydler filma a lo largo de un año el paseo lineal de un muelle. Cada corte de plano en Venice Pier presenta variaciones imprevisibles en la hora del día, la marea, el clima, las estaciones, el número de paseantes o la velocidad de filmación, sugiriendo la simultaneidad que podemos experimentar cuando atravesamos un lugar que conocemos bien.

Finalmente, Barbara Hammer, acompañada por la música de Pauline Oliveros, construye la experiencia anantrópica –es decir, no sujeta a una medida humana– de un tiempo y de un espacio doblados al hacernos avanzar a velocidades vertiginosas por lugares de «alta densidad energética», desde el desierto de Nuevo México hasta el corazón de Manhattan.

• Mer, Martine Rousset, Francia, 2003, 16 mm, 18'
• Passage du désir, Jakobois, Francia, 1988, 16 mm, 11'
• Sécan ciel, Jean-Michel Bouhours, Francia, 1979, 16 mm, sin sonido, 9'
• Venice Pier, Gary Beydler, Estados Unidos, 1976, 16 mm, 16’
• Bent Time, Barbara Hammer, Estados Unidos, 1984, 16 mm, 22'

Proyección en 16 mm. Copias procedentes de Light Cone.